Estilo
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Existe una mezcla discursos narrativos y registros lingüísticos.
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Se aprecian diferentes niveles de escritura: variantes idiomáticas que responden al uso de determinados lenguajes específicos:
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lenguaje administrativo-epistolar que utilizan el sargento Totorno y el comisario,
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el uso administrativo que utiliza Vázquez para redactar su afidávit, con un lenguajes judicial y forense.
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discurso periodístico y el discurso político en los artículos de Pajarito de Soto.
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Hay momentos en los que la narración refleja hechos históricos o datos relativos a la situación del país.
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Hay rasgos de la novela sentimental, parodias y un estilo muy literario y decadente en ciertos pasajes.
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Las
distintas variedades idiomáticas son socioculturales:
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lenguaje más cuidado, refinado y formal en la clase alta;
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coloquial entre los obreros y vulgar y soez en el cabaret (“putarranco”, “malparidos”…).
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En los diálogos destaca asimismo la variedad de registros: los bajos fondos, la naturalidad de la conversación, lo cursi, los catalanismos en el habla de la Doloretas…
Las
descripciones son rápidas y captan el ambiente mediante unas cuantas
pinceladas. Tanto en los retratos como en la pintura de ambientes se
pueden encontrar muestras de una técnica realista tradicional, junto
a tratamientos irónicos, poéticos, etc.
En
cuanto a las técnicas
descriptivas:
es paradójico que no se describa a personajes importantes como
Javier o Lepprince, y de María Coral; sólo sabemos la impresión
que provoca su belleza. Son importantes, en cambio, las descripciones
de ambientes, como el cabaret, el salón de baile popular o la
pensión miserable, que contrastan vivamente con la elegante casa de
Lepprince o el balneario.
Destaca
como rasgo principal el humor: la ironía y el humor sirven para
quitar dramatismo a determinadas ocasiones o momentos históricos.
El
humor afecta también a los nombres de los personajes, como el caso
de Nemesio “Cabra” o Domingo “Pajarito de Soto”
(animalización y cosificación). La descripción de los bajos fondos
bajo la ironía recuerda a Luces
de Bohemia
de Valle Inclán.
El
diálogo
es abundante. Hay secuencias formadas casi exclusivamente por
conversaciones, como las fiestas. Otros son más “literaturizados”
y algunos de gran naturalidad, como las conversaciones entre amigos o
en las tabernas.
Narrador
La
mayoría de la obra está escrita en primera persona
(narrador-protagonista) y también en tercera persona.
Por
otra parte, los materiales de tipo documental introducen otros puntos
de vista: el de Pajarito de Soto, el del comisario, etc. A eso se le
llama perspectivismo
o perspectiva múltiple.
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El tercer punto de vista son los documentos que sirven de prueba en
la acción judicial, para aclarar lo sucedido. Utiliza la técnica
del contrapunto
(se van alternando secuencias que pertenecen a situaciones
distintas). Se salta de una secuencia a otra, de un punto de vista a
otro, y no siempre se en orden lineal.
El
hilo conductor, como dijimos en la estructura, son las declaraciones
de Javier Miranda (desde Nueva York, al cabo de diez años, con
motivo de un juicio para tratar de cobrar el seguro de Lepprince)
Miranda
recuerda los acontecimientos en los que se vio implicado: la fábrica
de armas de Savolta (“Del juicio y mis declaraciones han brotado
estos recuerdos”).
Por
otra parte, el narrador en tercera persona es narrador
omnisciente.
Sabe todo lo que sucede e incluso entra a explicar los pensamientos
de los personajes.
En
la primera parte domina la fragmentación de la historia, el montaje
caleidoscópico y la presentación repentina de personajes y hechos.
En
cambio, en el Capítulo I tenemos:
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Artículo periodístico del 6-XII-1917 publicado en La
Voz de la Justicia
de Barcelona y firmado por Pajarito de Soto.
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Notas taquigráficas de la Declaración de Javier Miranda el
10-I-1927 ante un juez de Nueva York.
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Narrador omnisciente en tercera persona (fiesta de Fin de año en
casa de los Savolta)
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Narrador en primera persona. Es Javier Miranda quien desde la
distancia recuerda los hechos acaecidos.
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Affidávit (documento que da fe) del comisario de policía Alejandro
Vázquez (que también murió asesinado poco después de que Javier
Miranda abandonase España para ir a EEUU) ante el cónsul de EE.UU,
en 1926
Género
Eduardo
Mendoza domina el pastiche
(imitación
de diversas maneras o estilos).
Se
imitan fundamentalmente dos géneros:
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Destaca sobre todo la novela policiaca: así, aparece un crimen como motivo central para la investigación, y la solución final por la reconstrucción de la policía.
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ingredientes: los asesinatos, enigmas, sospechas, falsas pistas, investigaciones del comisario o interrogatorios y la resolución del caso.
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La
novela de folletín
del siglo XIX. Las escenas de los bajos fondos (el cabaret, las
tabernas, los círculos de conspiradores o el hampa), la anécdota
sentimental, la novela rosa (la historia de María, su origen oscuro,
sus amoríos con el hombre rico y su boda con el humilde, sus
misteriosas enfermedades y fugas, su intento de suicidio…).
A
muy pequeña escala: novela
de aventuras
en los últimos capítulos, en los que Javier se lanza por amor a la
búsqueda de María Coral.
REALISMO:
el amor y el humor (el personaje de Nemesio Cabra, o las anarquistas
feministas, defensoras del amor libre) se combinan con el crudo
retrato de la situación social de la Barcelona de aquellos años.
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marcada por las tensiones laborales (anarquismo, pistolerismo patronal, huelga general)
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por el reflejo de la pobreza de las clases obreras,
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la prepotencia de la clase burguesa.
Todo
ello unido por una intriga policíaca (las muertes de Savolta y de
Pajarito de Soto).